Desde la web de la Fundación Botín, Paul Jackson, reflexiona sobre cómo las escuelas deberían preparar a los alumnos para el mundo del futuro.
Hay
opiniones para todos los gustos, sobre el modo en el que se debería enseñar en
las escuelas a los niños y sobre lo que debería ser la escuela en la sociedad
actual.
Según
Paul Jackson, muchos se olvidan de que los niños y niñas de hoy en día no serán
adultos en el mundo actual, sino en el “mundo del mañana”; un mundo distinto,
con una serie de normas distintas, con límites distintos y distintas
oportunidades.
Coincidimos
totalmente con él y lo hemos expresado en cantidad de ocasiones.
Según
su opinión, debemos educar a los niños de hoy
para un mundo que aún no existe, un mundo que podemos intentar imaginarnos,
pero que resulta impredecible y desconocido.
Jackson,
afirma que en la actualidad, tenemos el conocimiento a un clic de ratón,
dondequiera que estemos. Con una rápida búsqueda en internet podemos encontrar
hasta los datos más insólitos. Incluso las habilidades para descubrir fuentes
de conocimiento parecen ser innatas en la mayor parte del colectivo infantil;
todos hemos presenciado la facilidad con la que navegan por internet niños de
solo 5 años o incluso de menos.
Así
pues, ¿de qué armas debemos dotar a los niños y niñas de hoy en día para que no
solo prosperen los sectores de la creatividad y de la cultura, sino que se
desarrollen y triunfen todos los demás sectores?
Debemos
inculcarles un eterno amor por el aprendizaje. Debemos iluminar a los niños,
motivarlos, dotarlos de habilidades, de compromiso…
Debemos
conseguir que nuestros centros escolares sean lugares dinámicos, que sean
fuentes de inspiración. Y ese mismo grado de dinamismo e inspiración deben
también transmitir nuestros profesores. Además, las oportunidades que
ofrezcamos a nuestros niños deben presentar una variada y nutrida gama de
experiencias de amplio alcance y que trascienda las vivencias del niño.
Debemos
abrir mentes, ofrecer oportunidades que favorezcan un pensamiento libre,
debemos fomentar que se formulen preguntas, promover que los niños y niñas se
equivoquen y que asuman riesgos.
Utilizamos
la expresión “pensar al margen de los parámetros establecidos”, sin embargo,
durante un experimento “al margen de los parámetros establecidos”, varios niños
me enseñaron que debíamos dejar de utilizarla. Me comentaron que cuando tiene
lugar un aprendizaje real, no pensamos al margen de los parámetros
establecidos, porque el aprendizaje más eficaz en realidad tiene lugar cuando
no existe ningún parámetro.
Nuestro
sistema educativo debe ser integrador, genuinamente cooperativo. Las escuelas,
como núcleo principal de la comunidad, deben convertirse en centros de
aprendizaje integrales a lo largo de todo el ciclo de vida.
Tenemos
que educar a personas seguras de sí mismas, respetuosas, resilientes,
indagadoras, dotadas de las habilidades necesarias para adaptarse al constante
cambio del mundo en el que vivimos.
Básicamente,
debemos acercar a los niños a todos los artistas y expertos creativos que
podamos. De este modo, no verán a los artistas como personas que pintan cuadros
carísimos, sino como personas reales, personas que ellos mismos pueden llegar a
ser, y no solo soñar con ello. Todos y cada uno de los niños y niñas deberían
poder trabajar con artistas, bailarines, actores, músicos, escritores,
ilustradores... y no solo una vez en su vida, sino de manera regular. También
se les debería dar la oportunidad de trabajar con profesionales de la abogacía,
de la contabilidad, de la pintura, o de la jardinería para que comprueben que
tener un buen futuro está al alcance de su mano, que no es solo un sueño
inaccesible.
Por
supuesto, es necesario que exista algún tipo de evaluación para comprobar si
los alumnos progresan, pero los contenidos que se evalúen no deben limitarse a
la lectura, la escritura o las matemáticas. Debemos descubrir mecanismos
efectivos que nos permitan evaluar las habilidades creativas de los niños y
niñas, sus actitudes ante el aprendizaje y ante la vida, e incluso su grado de
bienestar.
También
debemos reconocer que con la invención de las nuevas tecnologías, el mundo es
ahora un lugar mucho más pequeño que hace una década y que dentro de diez años,
será aún más pequeño. Debemos utilizar dichas tecnologías para mostrarles el
mundo exterior, para que aprendan de los mejores, para que apliquen y
perfeccionen los aprendizajes de otros, para que todo esto repercuta en sus
propias vidas.
Nuestro
sistema educativo debe transformarse en un lugar diferente, un lugar en el que
no solo se valoren la lectoescritura y las matemáticas, un lugar en el que se
valore todo desde la infancia hasta la juventud, un lugar en el que se sepa que
aunque es importante que los niños y niñas cuenten con unos buenos
conocimientos básicos en materia de Lectoescritura y Matemáticas, los
triunfadores tienen mucho más que eso, para saber qué es exactamente, debemos
trabajar con el mundo exterior.
“No
es que crea que la escuela sea una buena idea que ha salido mal, sino que fue
una mala idea desde el principio. Es una estupidez pensar que podamos tener un
lugar en el que lo único que se hace es aprender, al margen de la vida
real." —John Holt.
Nuestro
reto consiste en hacer que los centros escolares sean lugares en los que se
haga algo más que aprender, en los que el alumnado viva para aprender y no
aprenda para vivir.
Personalmente y
como directora del Colegio Antonio de Nebrija, me emociona leer todo lo
anteriormente expuesto y me reafirma en la línea y la dinámica de trabajo que
debemos seguir en el mismo.
Después
de la jornada vivida el pasado martes 23 de abril, Día del libro y del XV Maratón de
Lectura, considero que fue una jornada en la que el colegio fue un lugar dinámico, fuente de inspiración y dinamismo
que se transmitía por doquier por todos los profesores. Las
oportunidades y experiencias que vivieron los alumnos fueron variadas y de amplio alcance y que a la vez
trascendían a las vivencias cotidianas del niño. Se
trabajó, se vivió y se convivió libremente, se fomentó el pensamiento libre y la
oportunidad de equivocarse y de asumir riesgos, sin miedos ni trabas, ni
complejos.No
hubo en ningún momento parámetros establecidos en torno al aprendizaje; porque,
como se dijo anteriormente, el aprendizaje más eficaz en realidad tiene lugar
cuando no existe ningún parámetro.
Todo
fue posible gracias al respeto y la oportunidad real de todos, padres,
familiares, alumnos, profesores, personal de servicios y personas externas al
centro, a participar y sentirse parte activa de la jornada, tanto a la hora de
sumar como a la hora de recibir, de dicha jornada.
Con
ejemplos como este intentamos manifestar que somos un centro integrador y
genuinamente cooperativo y que es posible gracias a que las familias que
apuestan por él son parte activa de una comunidad aprendizaje en la que todos
aprendemos de todos y en la que los mayores beneficiarios son los alumnos.
Nuestros alumnos, además de leer, escribir, emprender y presentar ideas, pintar,
bailar, hacer música, deporte etc. estuvieron cerca del arte, los artistas,
personas relevantes de la sociedad etc. que hacen que el propio centro sea un
lugar de experiencias y aprendizajes compartidos que les acerca a la sociedad y
les ayuda a proyectarse en su futuro inmediato.
Según
John Holt, “Es una estupidez pensar que podamos tener un lugar, en este caso la
escuela, en el que lo único que se hace es aprender, al margen de la vida
real."
“No
es que crea que la escuela sea una buena idea que ha salido mal, sino que fue
una mala idea desde el principio”. Paul Jakson
Nuestro
reto consiste en hacer que el colegio sea un lugar en el que los alumnos vivan
para aprender y no aprendan para vivir. Fundamental en los tiempos que corren y
fundamental para no matar la creatividad del alumno y su oportunidad de ser
feliz y de estar seguro.
Por último, felicitar a mi equipo y a toda la comunidad educativa y en especial a la organización del evento. Os invito a ver el vídeo de algunas de las imágenes del maratón y os facilito el enlace web de la Fundación Botín, por si deseáis ampliar la noticia.
Mª Dolores González Valverde
Directora
Área: Interés general